Primavera desde el confinamiento

Valorando las cosas pequeñas.
Colores y sonidos que despiertan …
Esta foto, que hice hace nucho tiempo, es de los jardines del Parc Güell de Barcelona. Podría ser de cualquier parte, es verdad.
Recuerdo mis primeras visitas a ciudades después de caminar todo el día, acabar escogiendo como preferida la foto a una flor, a una ventana, a un gesto de alguien que pasaba por la calle como favorita.
Es mi manera personal de mirar. Leer en lo pequeño más allá de lo aparente.
Esta primavera me he perdido los paseos por los campos de amapolas … Qué flores tan frágiles ¿verdad?
Esta primavera de confinamiento me ha vuelto a traer:
- Los cantos de los pájaros a las ventanas. ¡Cuánta paz!
- Las estrellas en el cielo en las ciudades. Hemos vuelto a mirar hacia arriba, más allá del día a día
- Las sonrisas de los vecinos que antes ni conocíamos y que se escondían detrás de la ventana para mirar a la calle
- La ilusión de los niños
- Las conversaciones con los amigos y familiares más frecuentes, más profundas.
- Momentos para aprender, disfrutar y compartir con la pareja y la familia.
- Momentos para replantear y organizar
- Momentos para amar y colaborar
¡No me han robado el mes de abril!
Las crisis son experiencias que nos ayudan en el crecimiento personal. Las crisis son oportunidades, de reinvención y de crecimiento … aprendiendo a valorar más las cosas pequeñas.